miércoles, 18 de marzo de 2015

Las cinco amigas

Había una vez cinco amigas llamadas: Fátima, Débora, Úrsula, Jésica y Mónica. Cada una vivía en un país y hablaba un idioma diferente, Fátima era de Bélgica y hablaba francés y alemán. Débora era de Cáceres y hablaba español. Úrsula había nacido en Ámsterdan y hablaba desde muy pequeña holandés, pero se había venido a Córdoba y había aprendido a hablar español. Jésica era de México y hablaba mexicano. Y por último Mónica que había nacido en Mónaco, pero estaba en Málaga viviendo. Un día Jésica se encontró un mapa muy valioso que contenía la riqueza del senador Álvarez Montoya y su hija la Princesa Verónica de Malta.

Ella decidió decírselo a su amigas y ir a buscar el tesoro. El primer trozo de mapa decía:

Si queréis encontrar  la segunda parte del mapa debéis mirar en una ciudad en que su primera letra es la B y su última es la A.

Fátima se quedó muy pensativa y de repente dijo muy ilusionada:
- Es mi querido país es decir de donde vengo de Bélgica la segunda parte del mapa está en Bélgica.

Todas pusieron rumbo hacía Bélgica pero no sin antes llevarse con ellas sus ídolos favoritos, como Ángeles Espíndola, Ángel Lizárraga o el famoso grupo llamado Ávalos.

Una vez allí encontraron la estatua de tarántula que les conduciría
a la segunda parte del mapa. La segunda parte decía:

Si la tercera parte queréis encontrar una estatura con forma de lágrima debéis conseguir, pues en una ciudad no muy lejos está su primera letra es S y la última es la A.

En ese momento la hermana de Débora (Ángela) apareció y dijo que sabía donde estaba la estatua. Llevó siglos buscando la ciudad pero no la encontraba, hasta que al final me acorde que donde más lágrimas hay es Sudáfrica.

Todas incluida Ángela fueron a Sudáfrica después de andar durante dos horas encontraron un poblado de unos cien habitantes llamada Nápoles Sudafricana. Allí encontraron la estatua de lágrima y el último trozo de mapa que decía:

Habéis conseguido todos los trozos pero para el final os traigo una sorpresa, deberéis cruzar el Mar Mediterráneo desde África frontera hasta Málaga solo utilizando una brújula, un último capítulo de la vida de la Princesa Verónica de Malta, por supuesto cuerda y cañas de bambú. Todas ellas construyeron una balsa y se fueron hacía la costa de África. Cuatro horas más tarde llevaron a España cansadas y de repente encontraron una X gigante que marcaba que el tesoro estaba hay. Escarbaron y escarbaron y vieron un gran cofre que contenía un tesoro fantástico, con muchas carátulas de la época y por supuesto muchas joyas y dinero.
Las seis amigas fueron felices y comieron perdices y se fueron todas con tanta fantasía a su hogares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario